miércoles, 4 de julio de 2007

Lo que nos lleva al partenón

Ahora no tiene sentido, no tiene sentido seguir rebotando la conciencia, luego de separar las piedras con mostaza de la razón arbórea. Por que las palabras rebuscadas tienen sentido sólo cuando las sazonamos con un poco de plástico sangriento o con parientes agradables. Sin razón no somos nada. No somos nada, por el vil y único hecho de no saber explotar, pero cuando lo hacemos nos damos cuenta. Nos damos cuenta de la verdad de todo, de la verdad del día de la noche y de si la luz del refrigerador se apaga cuando cerramos la puerta. Logramos responder que ubiese pasado si la tierra ubiése seguido siendo plana. Nos respondemos automáticamente y sin freno de mano, como es que el polvo está y por que cuando lo hechamos siempre vuelve.

1 comentario:

Rocío dijo...

Nos damos cuenta de ciertas verdades... de que quizás si hubiera sido todo diferente, todo al revés puede que no explotásemos como lo hicimos en ese instante. Lo bueno de todo es que, si bien las cosas duelen y salen y afloran cuando todo está "patas arriba", al menos tenemos esas instancias de liberación o catarsis...
trato de imaginar qué pasaría si todos en el mismo segundo creyésemos perder la razón, y te juro que el mundo - en ese momento - estaría mejor, por qué?
Porque si una sola e ínfima conciencia hace la diferencia sustancial, imagina con los millones de seres usando una que otra neurona, una que otra dendrita provocando sinapsis... genial no?

cuando uno es conciente de lo que pasa por dentro, a la vez es más conciente y cuidadoso con lo de afuera...